II CONGRESO DE CHINGONAS
18 de Marzo del 2017
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Conferencias
La pasión imperfecta
Adriana Bataille
Mercadóloga y Presidente de Seattle Escribe
Doula e Interprete en Swedish Hospital
Guadalupe Valtierra-Prieto
Cosmo visiones: el códice secreto
de la eyaculación femenina.
Agustina Colmbo Eiff
Trabajadora Social y Mamá de dos hijas, su esposo y un gato.
Mariana Álvarez-Tostado
Matemática, Maestra y Tutora, Homeschooler y Activista emergente.
Voces e historias: Diálogos de mujeres
Marisol Visser
Cofundadora y Codirectora del Programa de Issaquah Schools Foundation, Cultural Bridges for Education
Ruth Pérez
Concejal de la Ciudad de Renton
6,10,30: la fórmula que me borró
la MARCA
Mónica Díaz
Jefa de Desarrollo de Tiendas, Starbucks Co.
Malestar, la clave para lograr
tus sueños
Vivian Page
Vicepresidenta de Recursos Humanos, Talking Rain Beverage Co,
Miembro de la Junta Directiva de Global Visonaries, Coach Personal y Desastre de Mamá
Integro, Celebro y Comparto
Susana Valencia
Life Coach, Hipnoterapeuta y Presidenta de Mujeres Northwest
Ambientación Musical
Jacque Larrainzar
Música y Activista
Bienvenida por la Fundadora
Bienvenida al Segundo Congreso de Chingonas
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¿Por qué se utilizó la palabra Chingona para nombrar a este congreso?
Por Elena Camarillo, Fundadora y Directora del Congreso
Muy buenas tardes.
Es un honor contar con su presencia en este nuestro segundo Congreso de Chingonas .
Bienvenidas.
Si a mí me hubieran dicho hace un año que estaría organizando el segundo Congreso de Chingonas , no lo habría creído. La palabra chingona no era parte de mi vocabulario.
El diccionario de la Real Academia Española define chingona como un adjetivo malsonante que, aplicado a una persona, significa competente en una actividad o rama del saber.
Cabe aclararles que yo fui una niña estudiosa y bien comportada, me enseñaron buenos modales y prohibieron el uso de groserías. ¿Por qué habría yo de utilizar una palabra malsonante, una grosería que se utiliza principalmente en México, para nombrar un congreso cuya visión es crear una comunidad solidaria de mujeres que reconocen sus aptitudes y éxitos?
Recordemos, una palabra se considera malsonante por la intensión que lleva al ser pronunciada. Se le tiene como grosería porque la sociedad así lo ha decidido.
En Latinoamérica, el machismo es prevalente. Aun cuando las mujeres hemos logrado más equidad en el hogar y el área laboral y política, nos encontramos sujetas a reglas sociales que nos restringen. Nuestra sociedad machista exige que nos comportemos de una manera modesta al expresarnos y admitir nuestras habilidades y logros. De no cumplir con esta exigencia, las mujeres nos vemos juzgadas negativamente—y a veces rechazadas—tanto por hombres como por mujeres. La modestia nos define dentro de un límite, nos castiga por la satisfacción personal al considerarnos valiosas. El que las mujeres proclamemos nuestra individualidad y competencia es tan malsonante como la palabra chingona.
Hasta el momento no he encontrado un vocablo que exprese la intención de este congreso tanto como la palabra chingona. Para mí, congregar mujeres con el fin de que reconozcan y celebren su éxito es un acto de desafío. Es mi manera de invitarlas a que juntas desafiemos lo que se nos impuso. A que demos validez a nuestras cualidades y logros, los celebremos, definamos lo que es apropiado para cada una de nosotras, y juntas le demos una connotación cien por ciento positiva al proclamarnos chingonas.
Creo que las mujeres debemos desafiar a la sociedad, empezando por nuestra persona. Me pregunto ¿Qué pasaría si todos los días nos felicitáramos a nosotras mismas por todo lo maravilloso que hicimos? ¿Nos levantaríamos al siguiente día con más gusto de ser quien somos? ¿Empezaríamos a tratarnos con más respeto? ¿A consentirnos más? ¿A hacer más de lo que disfrutamos? ¿Nos armaríamos de valor para hacer lo que nos da miedo?
Creo también que debemos desafiar a la sociedad, apoyándonos. Me pregunto ¿Qué pasaría si otras mujeres nos hicieran notar las cualidades que consideran valiosas en nosotras, pero que nosotras mismas hemos olvidado o ignorado? ¿Qué pasaría si al ver a otras mujeres chingonas, realizadas, felices, nos inspirara a encontrar lo que a nosotras nos hace sentir así? ¿Qué pasaría si mujeres chingonas nos regalaran de su experiencia para que no tuviéramos que batallar lo que ellas batallaron?
Hoy me enorgullece contar con la presencia de nueve chingonas que nos hablarán de su experiencia. Sé que algunas están saliendo de su zona de confort, pero decididas a compartir. Les agradezco profundamente por su valor, tiempo y disposición.
Para mi muy grata sorpresa, hoy también contamos con la participación de una mujer que, sin palabras, nos comparte su visión. Me conmueve que este congreso la haya inspirado para crear esta obra de arte. Por favor un aplauso a Irela Feria.
Ahora sí, antes de ceder el micrófono, les deseo, a todas y cada una de las aquí presentes, una enriquecedora experiencia del congreso.
Bienvenidas chingonas.
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